Son de negro de Santa Lucía

 #ApuntesDeLuz

Linda Esperanza Aragón | @lindaragonm

Los niños del municipio de Santa Lucía, Atlántico (Colombia) lucen los labios rojos, collar artesanal, sombrero adornado con papel de colores, machete de madera en mano, pantalón que va por debajo de las rodillas y la piel untada de polvo mineral negro mezclado con aceite casero para seguir dándole oxígeno a la tradición dancística. Los cuerpos pequeños se reúnen a festejar las raíces y a narrar con el movimiento corporal la fortaleza del negro por las calles de su pueblo. La bandera roja es enarbolada por el líder de la cuadrilla para hacer alusión a la libertad.

El ímpetu joven le rinde un homenaje a una historia que brotó cuando los negros que huyeron de los colonizadores se instalaron en la zona del Canal del Dique, se dedicaron a la pesca y bailaban en la orilla del cuerpo de agua. Es una danza anfibia. 

La danza de son de negro de este grupo llamado Nueva Generación está hecha de pieles nacientes que pregonan un legado intercultural, lo viven con las entrañas, lo sienten y lo festejan con el corazón. Si no se baila, la tradición se muere; y si no se siente, se le traiciona.

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