Carnaval de Baranoa: no muere la esencia de los recuerdos
#ReportajeGráfico
Linda Esperanza Aragón | @lindaragonm
En el Atlántico el evento más popular y aclamado es el
Carnaval de Barranquilla; es el que se lleva todos los elogios y aplausos, el
que aparece en todas las portadas de revistas y periódicos y el que recibe y
hace más dinero. Existen otros carnavales que laten y que no tienen una gran
visibilidad pero que dejan una huella en la memoria y en los sentires de
quienes los viven y disfrutan: el Carnaval del Recuerdo que se celebra cada año
en el municipio de Baranoa es de esos carnavales.
Es
más que el disfrute festivo, la borrachera y el desenfreno. El Carnaval del
Recuerdo, cuya primera versión se realizó en febrero de 1991, es un punto de
encuentro entre la lucha colectiva, la investigación, la nostalgia, la
inventiva y la inclusión. Un referente de identidad cultural tan generoso que se
mete en el corazón de todos sin fijarse en la raza, religión, costumbre y estrato. Es producto de una investigación en la que Mariana Algarín y
Alonso Acosta identificaron las expresiones artísticas (música, danza y
disfraces) y la añoranza de muchos baranoeros cuando se referían a los carnavales espontáneos de
antaño.
“Después de recopilar esa información transmitida por
nuestros ancestros nació la Escuela de Danza de Baranoa en la que recuperamos y
montamos diversos bailes. Luego nos faltaba el espacio para divulgar las
diferentes expresiones artísticas, entonces creamos la Fundación Cultural Barrio
Arte para conseguir los recursos económicos. Se pudo hacer realidad este
carnaval con mucho esfuerzo”, contó Alonso Acosta, uno de los fundadores del
Carnaval del Recuerdo.
Una tradición puede morir si la comunidad no conoce las
herencias culturales, no comparte los saberes ancestrales y no genera
conversaciones y acciones alrededor de esa tradición. En este caso, la idea no
era imitar al pasado, sino tomar elementos del ayer para nutrir a los
carnavales del presente y futuro. El Carnaval del Recuerdo nos invita a coexistir
y a reconocernos entre máscaras y disfraces (aunque suene paradójico), bailes,
músicas y nostalgias.
“No vamos a sacrificar la esencia de este carnaval para
buscar que sea el más famoso de la región. Para nosotros es importante la
investigación, recuperación, motivación, salvaguarda y divulgación. Aunque no
es fácil mantenerlo vivo, porque la cultura es siempre la huérfana de los
sentimientos de las administraciones municipales y departamentales, hemos
contado con el apoyo del Ministerio de Cultura. Continuaremos trabajando para
brindar el mejor aporte al porvenir cultural de este municipio”, reveló Acosta.
El Carnaval del Recuerdo partió en dos la historia
cultural de Baranoa, desde su creación comenzaron a surgir más eventos, grupos
musicales, comparsas, danzas y disfraces. Baranoa, municipio al que llaman “el
corazón alegre del Atlántico” se siente todavía más alegre durante el domingo
en que se celebra este carnaval con las calles desbordadas de disfraces de
tradición y fantasía y de disfraces colectivos en los que prevalecen el teatro
y la crítica. Los niños, jóvenes, adultos y hasta los más longevos salen de sus
casas y se encuentran en un mismo escenario a darle vida al Carnaval del
Recuerdo mientras suenan los tambores, las trompetas y los picós en las esquinas. Todos bailan, todos cantan, todos se miran.
El domingo 12 de febrero se celebró la versión XXXII de
esta espléndida fiesta a la que fui para describir con la luz los sentires,
expresiones y recuerdos nítidos de los baranoeros. Los invito a mirar y a
que vayan a vivirlo el próximo año.
La tradición se viste de rojo y tiene una mirada que no se marchita. |
Polleras que arropan la vida. |
Disfrázate como quieras. |
Los sermones también se bailan. |
El salón burrero, una nostalgia que sigue latiendo. |
A la fiesta no la detienen ni el sol ni el resplandor, así es más sabrosa. |
Mucho swing bacano. |
No sueltes la pollera, María. |
Retoños del recuerdo. |
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